Préstamos para cualquier cosa
En tres meses, si
Dios quiere, tendré entre mis brazos a mi amado y esperado bebé. Después de
mucho esperarlo, podré llenarlo de besos y caricias por siempre. Su Baby Shower
será dentro de un mes, y no quepo de la dicha porque gracias a un préstamo compré todo lo necesario para hacer un
agasajo hermoso para mi pequeñito.
Con las compras de
todo lo que mi bebé requiere para su llegada, como la cuna, la ropa, la
carriola, entre muchas más cosas, mi bolsillo quedó vació, literalmente. Para
organizar el Baby Shower de mi gordito decidí optar por un préstamo o crédito y así poder comprar todo lo que me hace falta
para tener una maravillosa celebración.
Aún quedan varias
semanas para que se lleve a cabo la fiesta de bienvenida de mi bebé, pero ya
tengo los recuerdos para los invitados; el contrato con la repostería que me
hará el pastel, la mesa de postres; el alquiler del espacio abierto en el que
se llevará a cabo; el contrato con quien colocará el ambiente musical y con los
decoradores. En fin, con ese adelanto en
efectivo he podido avanzar un montón con los preparativos.
Siento que los préstamos son como regalos caídos
del cielo cuando menos los esperas y cuando más los necesitas. Toda marcha de maravilla y no puedo dejar de estar
ansiosa porque quiero que llegue el día de disfrutar el Baby Shower de mi bebé,
tomar muchísimas fotografías y atesorar un momento tan feliz e importante en mi
vida y la de mi familia.
Lo más probable, para eventos sucesivos acuda
nuevamente en busca de la ayuda que me proporcionan los préstamos personales,
que es sencillamente mágica.
De verdad, con los ojos cerrados, puedo decirles que son un infinito apoyo y no
son una pérdida de tiempo, como siempre nos hicieron creer con tantos
comentarios.
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